lunes, 16 de mayo de 2016

Como si fuera tan fácil...

Unos cuantos días de silencio no van mal, dicen. Algo así como un ataque de misticismo. De hecho. es un tema que trato reiteradamente con mi psicólogo. Huir, salir, callarme, encerrarme para volver a mí, para volver en mí, para volver a ser.

Acabo de mudarme y no me siento bien. Hay algo aquí que no me gusta. Ayer se lo comentaba a Josefina y se quedó parada. No culpo a la casa. No culpo a los vecinos. No culpo al barrio. Probablemente sea yo. Hay algo en mi cabeza que me impide disfrutar. Unos dicen que es cuestión de tiempo. Tiempo... ¿Pero cuánto? Duermo con tapones. Salgo a la calle a cada rato. Estoy lejos de mí. Necesito regresar. Y quedarme...

Así que, cuando me he despertado hoy, he decidido colgar los cuadros y armar la pared de fotos. Espero que me ayude a conectarme con estas cuatro paredes, a empezar a llamarlo casa, a sentirme protegido, descansado. Querido.

Y dejar que la vida siga su curso. Como me dijo el fotógrafo de El Correo el jueves: "Te dura la sonrisa una segundo. Alárgala...". Como si fuera tan fácil...



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